Nuestra historia



Desde su fundación nuestra marca se ha empeñado en satisfacer las necesidades de consumo de cada generación. Así, en la década de los 60, la fábrica se centró en la elaboración de productos curados, fundamentalmente chorizo, ya que era el producto más demandado en la época.

Los gustos fueron evolucionando, por lo que en la década de los 70 fuimos el primer fabricante de España en desarrollar el tradicional Jamón Westfalia, conocido como “Lacón” producto del que somos referencia indiscutible.

En la década de los 80 los hábitos de consumo de la sociedad española comienzan a internacionalizarse de forma que, una vez más, volvemos a adaptarnos y empezamos a comercializar productos como bacon, chuletas de Sajonia o nuestro Jamón York.

Años más tarde, ya en los 90, la evolución continúa con la incorporación de nuevos tipos de materia prima, iniciando el desarrollo de productos de pavo y pollo.


Poco a poco la sociedad empieza a cambiar, también, sus hábitos de compra. Cada vez hay más estrés. Más actividades. Y menos tiempo. Así que, una vez más, decidimos subirnos al carro de la innovación adaptando la fábrica para poder ofrecer productos loncheados de libre servicio.

Entonces, decidimos que había llegado la hora de empezar a vender nuestros productos fuera de España y enseñar al resto del mundo a comer bien.

La combinación de calidad y nuestras recetas artesanas españolas, nos han llevado a estar en más de XX países del mundo. Desde Alemania hasta Hong Kong, la cocina española de calidad, triunfa.

Pero no basta con crecer. Hay que hacerlo de forma sostenible y, sobre todo, sin renunciar jamás a la calidad.

La década de los 2000 fue, de nuevo, increíblemente fructífera para nuestra compañía. Empezamos a certificar nuestros productos a través de la ISO 9001.

Además, comenzamos a elaborar una gama de productos ibéricos, emblema de nuestra marca.

Especial relevancia tuvo el año 2003 ya que en este año nacen las Tapas de Lacón de MRM, producto innovador procedente del tradicional Jamón Móstoles.


Años más tarde, en 2007, MRM da un salto adelante con la ampliación de su fábrica y la puesta en marcha de su división de platos preparados: LA COCINA DE MRM.

Siempre adaptándonos a las tendencias de consumo y necesidades de nuestros clientes.

Evolución que continúa en la década de 2010, en la que MRM comienza a certificar sus productos a través de la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE), obteniendo su sello acreditativo de productos sin gluten y consigue la obtención de la certificación IFS (International Food Standars), una de las mayores acreditaciones a nivel internacional de buenas prácticas en la elaboración de productos alimentarios.